Repasos en el microcemento: Lo que debes saber antes de intervenir
El microcemento se ha convertido en uno de los revestimientos decorativos más valorados en proyectos de interiorismo y reformas gracias a su aspecto moderno, su versatilidad y su acabado continuo, sin juntas. Sin embargo, como ocurre con muchos revestimientos de este tipo, es importante tener en cuenta una realidad poco conocida: los repasos en el microcemento son complicados y, en la mayoría de los casos, muy visibles.
¿Por qué los repasos en microcemento dejan marca?
Para entender esto, es útil compararlo con otros materiales decorativos como la pintura mural o los estucos venecianos. En todos estos casos, el proceso de aplicación requiere una ejecución continua, sin interrupciones prolongadas, para garantizar una superficie uniforme en textura y color.
Cuando se intenta retocar una zona después del secado completo del material, por mínima que sea la intervención, suele quedar una marca visible o un efecto parche. Esto sucede incluso si se usa exactamente el mismo producto, en el mismo tono y con la misma técnica. El motivo es que factores como la absorción del soporte, la dirección de la aplicación o incluso la presión ejercida con la llana pueden variar, generando diferencias perceptibles.
Esto también ocurre en el microcemento
El microcemento no es una excepción. Al tratarse de un revestimiento continuo y artesanal, su acabado final depende de muchos factores durante la aplicación. Cualquier intento de “repasar” una zona ya seca generalmente resultará en una alteración estética, sobre todo en superficies lisas, homogéneas o muy iluminadas, donde cualquier irregularidad salta a la vista.
¿Qué se puede hacer entonces?
Aunque evitar los repasos es lo ideal, hay situaciones en las que pueden ser necesarios. En esos casos, recomendamos tener en cuenta lo siguiente:
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Planificar bien los cortes: Si sabes que habrá zonas que podrían requerir repasos o ajustes, intenta que coincidan con cortes naturales del espacio, como esquinas, juntas de dilatación, cambios de plano o separaciones entre pared y suelo. Así, la intervención queda más disimulada.
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Contar con un aplicador experto: Un profesional con experiencia en microcemento puede ofrecer soluciones creativas o técnicas para minimizar el impacto visual del repaso. A veces esto implica intervenir una zona más amplia de lo previsto o aplicar una técnica que ayude a “integrar” mejor el parche.
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Valorar alternativas según el estado de la superficie: En ciertos casos, puede ser más recomendable rehacer una zona completa en lugar de intentar un pequeño arreglo. Aunque parezca una solución más costosa, a largo plazo puede evitar resultados insatisfactorios o la necesidad de repetir el trabajo.
En resumen
El microcemento es un material noble, duradero y muy atractivo, pero también exige precisión y conocimiento técnico en su aplicación. Si necesitas realizar un repaso, hazlo con asesoramiento profesional y teniendo claro que su acabado original depende de una correcta ejecución continua.
En nuestro equipo contamos con especialistas en microcemento que pueden ayudarte a evaluar tu caso y encontrar la mejor solución. Si tienes dudas o necesitas un presupuesto, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.