Rehacer microcemento

Rehacer microcemento: cómo devolverle el acabado del primer día

A continuación hablaremos de algo que muchas veces nos contultan. Como puedo Rehacer mi microcemento?.

A lo largo de nuestra trayectoria profesional en la aplicación de microcemento, hemos tenido la oportunidad de dar seguimiento a múltiples proyectos a lo largo del tiempo. Esta experiencia nos ha permitido asistir a clientes en situaciones muy diversas: desde obras afectadas por inundaciones o reformas en la distribución del espacio, hasta pavimentos que simplemente han mostrado el desgaste natural que llega con el paso de los años.

En todos estos casos, cuando el acabado original del revestimiento pierde su uniformidad o su estética se ve comprometida, la solución no pasa por pequeñas reparaciones puntuales. El microcemento, por sus características, no permite arreglos localizados sin que estos dejen una marca visible. Por eso, cuando hablamos de rehacer un pavimento de microcemento, nos referimos a un proceso más completo: el recapado.

¿En qué consiste el recapado de microcemento?

El recapado es una técnica que aplicamos para renovar por completo el acabado del microcemento, respetando siempre las condiciones y particularidades del soporte existente. Este procedimiento permite restaurar la belleza y apariencia del material, consiguiendo un resultado que recuerda al del primer día.

El proceso de recapado incluye los siguientes pasos:

  1. Lijado de la superficie existente para abrir el poro y preparar la base.

  2. Aplicación de un puente de adherencia, que garantiza la correcta fijación de las nuevas capas.

  3. Aplicación de 2 a 3 capas de microcemento, según las necesidades del soporte y del acabado deseado.

  4. Sellado final, esencial para proteger el revestimiento y alargar su durabilidad.

Este sistema permite recuperar por completo el aspecto visual del revestimiento, respetando la textura y el color, o incluso renovándolo si se desea un cambio estético.

¿Cuándo es recomendable rehacer un microcemento?

En la mayoría de los casos, el microcemento bien aplicado y sellado puede mantener su buen estado durante más de una década. No obstante, factores como un uso muy intenso, condiciones de humedad o simplemente la evolución natural del material pueden hacer necesario un recapado pasados los 10 o 12 años.

Es importante entender que el microcemento no es un material perfecto ni pretende serlo. Forma parte de su encanto mostrar una superficie continua con ligeras imperfecciones que le dan carácter. Aun así, cuando el desgaste visual empieza a ser notable o el cliente desea una renovación estética, el recapado se presenta como la mejor opción para rehacer el microcemento sin necesidad de demoliciones ni obras mayores.

Repasos en el microcemento

Repasos en el microcemento: Lo que debes saber antes de intervenir

El microcemento se ha convertido en uno de los revestimientos decorativos más valorados en proyectos de interiorismo y reformas gracias a su aspecto moderno, su versatilidad y su acabado continuo, sin juntas. Sin embargo, como ocurre con muchos revestimientos de este tipo, es importante tener en cuenta una realidad poco conocida: los repasos en el microcemento son complicados y, en la mayoría de los casos, muy visibles.

¿Por qué los repasos en microcemento dejan marca?

Para entender esto, es útil compararlo con otros materiales decorativos como la pintura mural o los estucos venecianos. En todos estos casos, el proceso de aplicación requiere una ejecución continua, sin interrupciones prolongadas, para garantizar una superficie uniforme en textura y color.

Cuando se intenta retocar una zona después del secado completo del material, por mínima que sea la intervención, suele quedar una marca visible o un efecto parche. Esto sucede incluso si se usa exactamente el mismo producto, en el mismo tono y con la misma técnica. El motivo es que factores como la absorción del soporte, la dirección de la aplicación o incluso la presión ejercida con la llana pueden variar, generando diferencias perceptibles.

Esto también ocurre en el microcemento

El microcemento no es una excepción. Al tratarse de un revestimiento continuo y artesanal, su acabado final depende de muchos factores durante la aplicación. Cualquier intento de “repasar” una zona ya seca generalmente resultará en una alteración estética, sobre todo en superficies lisas, homogéneas o muy iluminadas, donde cualquier irregularidad salta a la vista.

¿Qué se puede hacer entonces?

Aunque evitar los repasos es lo ideal, hay situaciones en las que pueden ser necesarios. En esos casos, recomendamos tener en cuenta lo siguiente:

  • Planificar bien los cortes: Si sabes que habrá zonas que podrían requerir repasos o ajustes, intenta que coincidan con cortes naturales del espacio, como esquinas, juntas de dilatación, cambios de plano o separaciones entre pared y suelo. Así, la intervención queda más disimulada.

  • Contar con un aplicador experto: Un profesional con experiencia en microcemento puede ofrecer soluciones creativas o técnicas para minimizar el impacto visual del repaso. A veces esto implica intervenir una zona más amplia de lo previsto o aplicar una técnica que ayude a “integrar” mejor el parche.

  • Valorar alternativas según el estado de la superficie: En ciertos casos, puede ser más recomendable rehacer una zona completa en lugar de intentar un pequeño arreglo. Aunque parezca una solución más costosa, a largo plazo puede evitar resultados insatisfactorios o la necesidad de repetir el trabajo.


En resumen

El microcemento es un material noble, duradero y muy atractivo, pero también exige precisión y conocimiento técnico en su aplicación. Si necesitas realizar un repaso, hazlo con asesoramiento profesional y teniendo claro que su acabado original depende de una correcta ejecución continua.

En nuestro equipo contamos con especialistas en microcemento que pueden ayudarte a evaluar tu caso y encontrar la mejor solución. Si tienes dudas o necesitas un presupuesto, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.