Cómo hacer un suelo de microcemento

Cómo hacer un suelo de microcemento paso a paso y con garantías

El microcemento se ha convertido en una opción muy popular para suelos gracias a su estética moderna, su resistencia y su acabado continuo sin juntas. Pero para conseguir un resultado duradero y profesional, no basta con aplicar el material sin más. La clave está en seguir un proceso riguroso, cuidar cada fase y, sobre todo, contar con experiencia en este tipo de revestimientos.

1. Evaluación del soporte: la base lo es todo

Antes de empezar cualquier aplicación, lo primero es comprobar el estado del soporte. Este debe ser firme, estable y estar libre de humedad o fisuras activas. Si la base presenta problemas, no tiene sentido aplicar el microcemento directamente. En estos casos, es tan importante la preparación como el propio acabado final.

Hoy en día, el mercado ofrece soluciones eficaces para rehabilitar superficies en mal estado: morteros de reparación, autonivelantes cementosos, y productos específicos que permiten dejar el soporte en condiciones óptimas para recibir el revestimiento.

2. Refuerzos y tratamientos previos

En situaciones donde el soporte lo requiere, el uso de mallas de fibra de vidrio, arenas de cuarzo, y resinas epoxi aporta una estabilidad adicional, mejorando la adherencia y la durabilidad del sistema completo. Estos materiales actúan como refuerzo estructural, especialmente en zonas sometidas a tránsito o con riesgo de movimiento.

3. Imprimación y capas de base

Con el soporte ya firme y preparado, se aplica una imprimación polimérica que sirve como puente de adherencia. Sobre esta imprimación se coloca la primera capa de base reguladora, junto con la malla de fibra que ayuda a compactar y reforzar el sistema.

Se continúan aplicando dos capas adicionales de esta base reguladora, dejando secar entre capa y capa el tiempo indicado por el fabricante. Este paso es fundamental para obtener una superficie homogénea y cubrir completamente la malla.

4. Acabado decorativo y protección final

Una vez seca la base, se lija la superficie, se aspira el polvo y se aplican dos capas del microcemento de acabado en el color elegido. Entre capas, se repite el proceso de lijado y secado. Es este revestimiento final el que dará al suelo su textura, tono y apariencia definitiva.

Para cerrar el sistema, se aplican dos o tres capas de sellador, que protegerán el suelo de manchas, humedad y desgaste. Este acabado no solo embellece, sino que también garantiza la resistencia a largo plazo del pavimento.

¿Microcemento DIY? Mejor déjalo en manos expertas

Aunque algunos fabricantes promocionan kits de microcemento bajo el eslogan «hazlo tú mismo», lo cierto es que se trata de una aplicación técnica que requiere precisión, experiencia y conocimiento de los materiales. Un mal paso puede echar a perder todo el trabajo.

En Microcementos Barcelona llevamos más de 15 años especializados en revestimientos continuos y pavimentos decorativos de bajo espesor. Cada proyecto es único y lo tratamos con la seriedad que merece, ofreciendo asesoramiento personalizado y resultados profesionales con garantías.

¿Tienes en mente un proyecto con microcemento?

Ya sea en una vivienda, un local comercial o una reforma integral, estamos listos para ayudarte a darle forma. Contacta con nosotros y te guiaremos en cada paso del proceso, desde la preparación del soporte hasta el último acabado protector. Con Microcementos Barcelona, el resultado siempre está a la altura.

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